Motivos para el optimismo.

Motivos para el pesimismo? Claro, es fácil encontrarlos.   Yo mismo los veo continuamente.  En cualquier tema, no sólo en todo lo referente a Renoir.  Es un momento en el que todo el mundo vende pesimismo, rescates, primas de riesgo disparadas.  Vamos a ver, yo no voy a vender motos de que esto sea fácil.  Es muy complicado, pero no imposible.   Yo prefiero buscar motivos para el optimismo.  Esos son siempre motivos escondidos, a veces difíciles de ver.
Con un equipamiento técnico, un proyector (que podría alquilarse o comprarse), torres de sonido, arrancando de nuevo sólo con una sala, trayendo otras butacas, sillas, sillones, sofás o similares podría verse una película en esa formidable sala 1 de los Renoir Audiorama.

Aire acondicionado hay, todavía, o calefacción.  Luces hay.   Puertas y salidas hay.  El local existe.  También necesitaríamos pasta, claro, porque esto no es una película de Walt Disney en la que los animalitos buenos ganan sólo con su ingenio.  Hay que ver que opciones se plantean con los dueños del local.  Esto es un trabajo duro.

De momento, moveremos hilos, de nuevo, para traer la película de David Trueba a Zaragoza, aunque no sea en Renoir Audiorama.   La película está proyectándose en estos días en Teruel, en el cine Marín.  Conseguir traer la película sería una pequeña alegría, y hay que buscar esas pequeñas alegrías para el cinéfilo de esta ciudad.

>> La sala 1 de Renoir Audiorama sin butacas, pero todavía con la pantalla.

Lo cierto es que por fin ayer quedó claro que hay posibilidad de armar una cooperativa, o algo que se le parezca, para constituir en el viejo Renoir Audiorama, un nuevo espacio cultural para la ciudad, quizá no sólo cinematográfico, sino que fuera más allá.   Al menos, la posibilidad de crear una conversación alrededor de este tema en la ciudad, para que surja un debate sobre lo que Zaragoza quiere ser como ciudad.   Veremos que posibilidad da Altafilms de recuperar pantallas, butacas, torres de sonido, pivotes de salas y otros operativos del cine o si habría que buscar otras vías empezando de cero.

Vamos a intentar hablar con los gestores de los distintos locales del centro comercial Audiorama para ver la disponibilidad del local, alquileres y diversas cuestiones.  

El ejemplo de Mallorca es absolutamente inspirador.  Veremos por donde se puede tirar aquí y con cuanta gente contamos.   En cuanto sepamos de una nueva web para reunir fuerzas y gente se comunicará.
Hay que hablar.  Paso a paso.

>> La pantalla de la sala 2, por los suelos.    La misma en la que se proyectó la última película de esa sala, el último estreno: "Las malas hierbas".  

Post nubila, Phoebus

Después de las nubes, sol.   Salimos de aquel horror y la primavera era una delicia.   Prácticamente todos nos quedamos, charlamos, nos reímos, bromeamos como cuando el cine estaba abierto.  Votamos donde se iba a comer.  Salió vegetariano (uno de nosotros lo es) y allá nos fuimos.  Seguimos riéndonos, luego en una terraza.  Que bien se estaba.  Luego se tuvo que ir uno al dentista.  Cuando hay que ir al dentista hay que ir.   Allá seguimos un rato de terrazas y disfrutando de la primavera.

Yo subo y bajo en el ánimo, pero la decisión de lucha está tomada y seguiré hasta el final.   Sin mis ideales no soy nada.

>> La sala 1 en plena proyección, año 2010.

Desollar un cine, III

>> Me enviaron estas fotos (Muchas Gracias) ayer.   La sala 1 tal y como estaba el 28 de Mayo de 2012, a las once y pico de la mañana.   La misma sala en la que el 10 de Mayo se estaba proyectando "La pesca de salmón en Yemen".

Desollar un cine, II

Levantarse de la lona

Hoy vuelvo a intentar contactar con Madrid para evitar que siga esta carrera desenfrenada de incomunicación. Enviaré otro correo y os seguiré contando.

Esta noche dormí muy mal. Muchas historias ayer, con el cine desmantelado, con las pantallas deshechas, alguna de ellas tirada al suelo para poder quitar las torres de sonido. Terrible, dejar al cine mudo, ciego, cortarle las manos. Todo esto se podía haber evitado, desde hace meses, en el último mes, en las últimas semanas.

Pero el Renoir Audiorama no está muerto. Digamos que está en coma. Puede resucitar.

Sólo hace falta la unión de varias voluntades. Cuando la primera dé señales de vida, será más fácil.

A menudo me entristezco con esta situación pero extrañamente suele despertarse una especie de indignación que me lleva a seguir en la pelea, como el boxeador mexicano del relato de Jack London.

Gracias a la gente que comenta y se solidariza. Intentaré seguir escribiendo aquí tanto como pueda, incluso más de una vez al día si es necesario. Sé que hay mucha gente que conozco, y que no conozco, leyéndolo cada día.

Por cierto que ayer, al menos, en mi absurdo, acabé llevándome miel, café, manzanilla, que uno en cualquier momento puede necesitar estos productos que yo consumía en Renoir. Además me recordarán que tengo que prepararme algún café “Paul Newman” o algún cóctel “Malik”, homenajeando al profeta.

Y tengo ya algo para la Tertulia Perdiguer, reducto de la cultura en esta ciudad. El diploma acreditativo de “Babel” como mejor película en su año correspondiente. Se estrenó en la sala 1 de Renoir Audiorama. Seguro que a Ramón le gustará tenerla en la maravillosa sede de la Tertulia.

Desollar un cine

Queridos lectores de esta bitácora,

Dice el RAE sobre el término “desollar”:

1. Quitar la piel del cuerpo o de alguno de sus miembros.
2. Causar a alguien grave daño en su persona, honra o hacienda.

Tantas cosas querría contaros del día de hoy que siento que no me llegarán las palabras, que no seré capaz de comunicar lo que siento. Pero voy a intentarlo.

Me desperté temprano y recibí la llamada telefónica de alguien con un sentido de la dignidad enorme. Alguien que me anima y ha estado conmigo en momentos oscuros que he vivido el último mes. Que me daba esperanza. Eso me envalentonó y me permitió adquirir un punto más de lucidez en el día de hoy.

Llegué al cine y hablé con los compañeros. El ambigú había sido arrasado por los uruk-hai, que también habían ensuciado las escaleras. Me daba miedo subir al hall de arriba, en el que muchos habéis estado muchas veces y ver lo que temía ver.

Era peor de lo que había imaginado. Pantallas desmanteladas, butacas desaparecidas, suciedad.

Habían desollado estas salas en las que fui feliz, viendo y no viendo películas. En la cabina habían desaparecido proyectores, esos que dieron magia a estos espacios. Ya no estaba esa luz especial. Sólo había desolación y una tristeza intensa me embargó aunque pude sobreponerme. Me senté unos instantes en la vieja bancada del hall. Pensé que todo es derrota y que algunos quieren que perdamos la esperanza, la esperanza en mejorar, en buscar uno mismo, cada día, la mejor versión de uno mismo, si esto es posible (creo que lo es).

Afortunadamente no tuve que hablar con un uruk-hai, sino con una persona que me escuchó, al menos, aunque no estemos en el mismo lado del campo de fútbol imaginario. Es una pequeña esperanza para poder comunicar con la empresa en próximos días y explicarles todo lo que se ha hecho mal en el viejo Renoir Audiorama, para que lo entiendan y lo comprendan, para que sepan que mucha gente en Zaragoza ama la cultura, la música, los libros, el arte, y específicamente el que llaman séptimo arte, EL CINE. Que hay gente que desea ver otras películas, que quiere que en Zaragoza se vea el cine de aquellos que no consiguen estrenar, que llegue el cine de los que no trabajan para el Imperio de Hollywood, los que no sólo piensan en el vil metal.

Así que hay una pequeña esperanza, “una nueva esperanza”, como decía el título de una famosa película.

Y como no quiero extenderme y resultar cansino, mañana volveré a escribir un contaros más cosas.

Sigue la lucha y la esperanza. Sólo una revolución cultural puede ayudarnos a que esta ciudad no sea cada día más estúpida y mediocre. Sólo con la cultura la gente puede y sabrá pensar con independencia y criterio, sobreponerse a esta dictadura de la ignorancia que quiere invadirnos.

Hasta mañana,

S.

>> La foto de hoy, Renoir Audiorama brillando, en 2010, cuando todavía se retorcía buscando espectadores.   Se iluminaba y se enorgullecía de las películas que generalmente proyectaba.   Veremos si en próximos días, si las recibo, me atrevo a colgar las fotos de lo que le han hecho.

Zaragoza, capital europea de la cultura??

Parece que a Teruel sí llega "Madrid, 1987", de David Trueba.   A Zaragoza no, de momento.
No entiendo cual es el mecanismo que mueve las cosas en esta ciudad.

Es todo un puro esperpento.  Me entero que la Universidad de Zaragoza corre el peligro de no poder abrir este verano porque los recortes la están dejando asfixiada.   Yo no sé si queda alguien con sentido común para que se pueda llegar a este punto y ni siquiera el alcalde haga algún tipo de declaración de inmediato.

Y esta es la misma ciudad que quería ser capial europea de la cultura.   Zaragoza.   Es de broma, pero muy pesada.

Mañana por la mañana tenemos reunión con representantes de la empresa y espero que me informen de algo, o que me informen de porque no informan.   ¿Tan difícil es decir que no están interesados en la formación de una cooperativa que tome el relevo?   Lo cierto es que las cosas se están haciendo tan mal que hay días que pienso que todo esto debe ser producto de mi imaginación.  Supongo que mañana mi imaginación se convertirá en algo real cuando vea que allí ni hay puertas en las salas.  Vamos a ver si seguimos resistiendo, como podamos, y luego podemos plantear una iniciativa en condiciones.  

Pero en medio del desconcierto general en el que vivimos, parece que está es la manera común de maniobrar.   Y parece que nadie se escandalice.  O muy pocos.    Veremos como acaba esta película de terror.  

>> En la imagen, la escalera que había que subir para llegar a la cabina.  Carteles de películas que pasaron por Renoir.

Se llevaron también las puertas.  Por lo visto valen mucha pasta, claro.    Esto viene a propósito de que he leído un comentario que dice que las butacas son para el Renoir Floridablanca.   Un buen cine, una de las joyas de la cadena de Renoir.  

Lo cierto es que con las butacas que teníamos desde hace pocos años, perdimos mucho aforo y no podíamos meter los 320 espectadores que antes podíamos llegar a meter en los buenos pases con buenas películas en la sala 1.

La crisis, dicen, el descenso de espectadores a las salas.    Estoy pensando escribir un detallado memorándum con la nefasta gestión de los cines (del Audiorama, claro), la programación que a veces parecía hecha por el ratón Mickey o el pato Donald o la competencia desleal repetida y desesperante.     Es esa mala gestión la que impidió que el cine Renoir Audiorama pudiera distinguirse verdaderamente.   Pero cuando sólo se piensa en el dinero fácil y empiezas a despreciar el prestigio y programas cosas como Origen, Come-Reza-Ama y productos similares que ya exhibe toda la competencia, o coges las películas de tu propia distribuidora, las más atractivas, y las cedes al cine que más te hace la competencia, pasa lo que pasa.

Cuando insistes en no distinguirte, dejas de hacer pases de prensa, no haces nada para destacar en la programación cultural de la ciudad, te conviertes en mediocre.  Eso le pasó a Renoir Audiorama.

>> Otra toma del proyector de la sala 1.  En los platos, puede observarse que el plato central es que el tiene la película, que está pasando al plato superior.  A la derecha de la imagen puede verse una película en bobina, en la mesa de trabajo.   El fondo de la imagen está el proyector de la sala 4.

Descuartizar un cine

Parece ser que se están llevando las butacas, las torres de sonido, expositores de carteles, cristalera para las críticas... supongo que los ordenadores...  la caja registradora del ambigú...

No son buenas noticias, pero todo es superable.  Las instalaciones siguen.  Se pueden poner otras butacas, o sofás, o sillas, o lo que sea.  Se puede hacer venta manual.  Se pueden alquilar nuevos equipos de sonido.  Todo sería posible con una cooperativa fuerte.

Pero lamentablemente sigue sin haber contacto con nadie de la empresa.  Es penoso.  Para descuartizar el cine si que están siendo rápidos.   El lunes podré estar, quizá por última vez, dentro del cine.  Me fijaré bien en la situación y la contaré.   No es agradable ver lo que hace el capital con la cultura, pero si uno se empeña, puede lograr cosas.  Si en Renoir Palma lo están logrando, es posible hacerlo.

En "El luchador", de Darren Aronofsky (película que poco público vino a ver a Renoir Audiorama cuando se estrenó en la sala 1) el personaje de El Carnero, "The Ram" interpretado por Mickey Rourke, es sometido a humillaciones, físicas, psicológicas, de todo tipo.   Era curioso que mucho público femenino no quería ver a Rourke.  Decían que el tipo les daba grima, o asco.   A mí me pareció una película colosal, con un Rourke formidable, mejor que nunca, mucho más luminoso y gigantesco que cuando era un tipo de menos de treinta años.

Al Carnero le daran una paliza, tomará sustancias que no le convienen, será incapaz de comunicarse con su hija, pero no lo derrotan.  Siempre vuelve a subir al ring, a lo más alto.  

>> En la foto, los platos del proyector de la sala 1.  Con el viejo sistema de proyección, con las máquinas de Renoir Audiorama, la película pasaba de una bobina a otra o pasaba de plato a plato, un sistema mucho más cómodo y menos trabajoso.  La película pasa de un plato a otro en cada pase de la película.  En la imagen se ve el plato inferior recogiendo, con poca película proyectada.  El grueso de la película está todavía en el plato superior.  A veces, con la proyección de plato a plato podían montarse considerables zancochos.  Otro día hablaré de esto.

El Álamo

Si no recuerdo mal (es posible), mi amigo R. se iba a San Sebastián, al festival de cine.   Aquella tarde, antes de coger el autobús, él y yo fuimos a Renoir Audiorama a ver en VOSE la nueva película de Steven Spielberg, "Salvar al soldado Ryan".   Apabullados por el desembarco, por el sonido digital de la sala 1, por la resistencia final en el Álamo, salimos un tanto trastornados.

Ayer me preguntaba cuánta gente estaría dispuesta a entrar en una cooperativa para resucitar los cines Renoir Audiorama.  En Renoir Palma ya van por 1800 personas.  Aquí aún no hemos podido arrancar porque todavía no hemos recibido comunicación de la empresa.  No hay prisa.   Podemos seguir en el Álamo un rato más.   El ejemplo de Palma es inspirador.

Ayer le dije a mi amigo P. que en Renoir Palma tienen que cambiar el nombre del cine.  Aquí supongo que habría que hacer lo mismo.  A mí ya se me ha ocurrido alguno, un tanto delirante, pero no lo voy a decir porque siguen siendo los Renoir Audiorama, aunque estén cerrados.   En el viejo Renoir Audiorama se vio cine de Spielberg, de Kubrick, de Allen, de Tanner, de Borau, de Saura, de Bertolucci, de Kieslowski, de muchos grandes del cine.

Estos cineastas y otros quieren que sus películas se vuelvan a ver, que no todo pueden ser vengadores y juegos del hambre.


>> En la foto, Tom Sizemore en "Salvar al soldado Ryan".

VICTORIA 5

Mientras sigo de abogados, atento a ver si hay comunicación con la empresa por el tema de la cooperativa, mientras intento cada día ubicarme, centrarme, encontrar mi propio centro de gravedad, intento aquí comunicar que un servidor y otras dos personas seguimos manteniendo un reducto desde el cual intentar dar los pasos para seguir la estela marcada en Mallorca con esa maravillosa cooperativa que parece que va a conseguir reabrir los Renoir Palma el 21 de Junio.

Por la calle me encuentro con el ubicuo Pepe Laporta, en medio de más que justificadas manifestaciones estudiantiles.  Hablo un rato con él y me voy a mis cosas.   Se queja de que no hay películas interesantes salvo en Aragonia (allí pueden verse varias en VOSE y alguna que otra interesante, aunque doblada).

Al que madruga Dios le ayuda y hoy me encontré con Belar, otro veterano como yo, abogado, al que cuento mis movidas y mi situación.   Me anima y me aconseja.   Un buen rato encontrarse con gente que anima, que se solidariza.   Hay que informarse a cada momento, estar pendiente de todo.

Seguimos en la lucha.   Esta bitácora sigue bien viva.

>> En la imagen, el proyector de la sala 1, VICTORIA 5. El cambio de formatos con este proyector era manual, de ahí que si el operador de cabina se despistaba, por ejemplo, pudieran verse las cabezas "apepinadas", por no haber pasado al formato 2.35.    El primer operador de cabina de Renoir Audiorama, Jaime, fue el primero con el que aprendí a proyectar.   Es maravilloso cargar una película de plato a plato, dejarla lista, apagar las luces, cambiar el formato y observar a los espectadores desde allá arriba.

Endechas en la muerte de unos cines

Luis Yrache escribió algo que llegó al mis manos ayer.  Luis, cliente de Renoir Audiorama, había escrito esto, pero no llegó a publicarse:

ENDECHAS EN LA MUERTE DE UNOS CINES

No es difícil dejar
en estos tristes días
los versos heptasílabos
de endechas, de elegías
y algún endecasílabo aún más triste
-aquellas golondrinas de Gustavo.
Son tiempos regulares.


En el hall de los cines
verás tantos mensajes como espacio
nos dejan los cartones
que han puesto para adioses.
Au voir les cinemas
de Auguste y Jean Renoir,
dos grandes, dos artistas
-recuerdos a Torralba-
del cuadro y la película
geniales respectivos.


Mas no hay cien años malos: el domingo
pasado, por ejemplo, 
ha empezado una aurora,
tras duras noches tristes,
precisamente en Francia
-anoche vimos una peli
del buen Alain Resnai,
que hizo Marienbad-:
Au voir l´austerité!


LUIS YRACHE, Zaragoza 10 de Mayo del 12.

Estoy de vuelta en Zaragoza y listo para seguir viendo como evoluciona todo lo referente a Renoir Audiorama. 

Estos días intentaba pensar en una película que elegir, de las muchas que vi durante quince años en esta sala, como favorita.  No es posible, o no acierto a elegir sólo una.   Tengo un recuerdo particularmente bueno de una de ellas, de entre las más recientes: "Midnight in Paris".  La vi con Oscar, el operador de cabina.   A él no le había hecho mucha gracia "Vicky Cristina Barcelona" y no es un seguidor enloquecido del director neoyorkino.   Pero en el caso de la película parisina, coincidimos y salimos a las tantas, contentos, con un subidón considerable ante el encanto y la magia de esta película.   

Estábamos en Mayo del año 2011, y las películas que había en cartel no funcionaban.  Gracias a esta película tuvimos un verano estupendo, y aguantó muchas semanas en cartel.  Más de nueve mil personas vieron esta película en Renoir Audiorama, un gran éxito a pesar de que Altafilms, la distribuidora prima hermana de las salas Renoir en toda España, nos hizo la faena de meter otra copia doblada en la ciudad en el precioso cinema Elíseos, con lo cual se nos impedía hacer la gran taquilla que realmente pudimos hacer si no se hubiera proyectado en el cine que era nuestra mayor competencia en la ciudad, para nuestro tipo de clientela.  

Así que los Renoir funcionaban cuando tenían que funcionar, y lo hubieran hecho mucho mejor si se hubieran hecho las cosas un poco mejor.   En el último mes y pico, la misma situación se repitió con la película de Paula Ortiz, otro éxito en la ciudad.  Incomprensiblemente, Altafilms decidió entregar una copia, de nuevo, al cine que era nuestra mayor competencia.   Ya no volverá a suceder.

A partir de ahora, el Elíseos no tendrá nuestra competencia.  Ojalá aguante muchísimos años.   A mí me gusta mucho ir a ese cine.  Recuerdo ver, hace poco, "Le Havre", por ejemplo.   Con sólo diecisiete años vi allí "Las amistades peligrosas" de Stephen Frears, una película maravillosa.   Y luego muchas más.   Es el último reducto para un tipo de cine similar al que había en Renoir Audiorama.

La noticia es que no hay noticia.   Esto en lo respectivo a la cooperativa de Zaragoza.   En la empresa no dan señales de vida.  De momento.   Quizá la semana que viene tengamos más suerte.

Por ahí leí que alguien había pasado por Renoir camino de Aragonia y se había entristecido al ver aquello abandonado.  Yo de momento no sé si encontraré valor para pasar por allí cerca.   Bastante tuve desde San Jorge hasta el diez de mayo infame.  Afortunadamente los que querían a Renoir siguen por ahí escondidos y algunos dispuestos a dar guerra.  

Las cosas se hicieron tan mal, tan mal, durante los últimos tiempos, que el cierre era la consecuencia lógica.
Lo curioso es que haciendo las cosas de otro modo había lugar para la esperanza.  ¿quién fue el genio que pensó que simplemente cambiando las butacas (que por otro lado en muchos casos no gustaron) ya estaba la batalla plantada contra el Imperio y que podíamos vencer?

Algún incauto.   La cosa era mucho más de fondo.   Por cierto, que bien estaba esto que escribió Tausiet hace unos días en su blog: Las buenas hierbas (pinchar para enlazar).

Seguimos sin comunicación con la empresa respecto a la iniciativa de armar una cooperativa en Zaragoza para salvar Renoir Audiorama.   Yo ando metido en varios fregados a la vez y esto me desborda un poco, pero ahí seguiremos.

Pedro Barbadillo, del equipo de Mallorca, me ha aconsejado crear un web para ir recogiendo direcciones de email y hacernos también con los contactos de la gente que tenía la tarjeta de Renoir en Zaragoza.   Ojalá lleguemos a esta fase.  Pero resulta difícil sin la primera respuesta a la cooperativa.

La película de David Trueba sigue sin estrenarse en Zaragoza.  La cosa está difícil, como estuvo difícil (no se consiguió) hacer el mercadillo benéfico, como casi todo lo que merece la pena.   Pero no nos rendimos y ahí estaremos hasta el final. 

Yo, presuntamente, estoy de vacaciones, pero no sé que vacaciones son éstas en las que ando metido en tanto jaleo. 

Me desayuno con un correo electrónico de Pedro Barbadillo
de SALVEM ELS RENOIR    están así: 

encantado de poder apoyaros en lo que sea necesario.

Aquí vamos ya por las 1500 personas inscritas, con un compromiso de pagar una cuota mensual (entre 10 y 20 €) para sostener los cines.

Lo cierto es que hay que seguir peleando.   Renoir Audiorama puede resucitar como cooperativa.   

Vamos a empezar a moverlo.   Lo primero es que se produzca el contacto con la empresa.   Luego se intentaría armar una página web en la línea de la que han hecho en Mallorca.     No hay prisa.   Hay que hacer las cosas bien.   Intentaremos que la prensa y medios de comunicación de la ciudad se hagan eco y se abra un debate.   Todo arranca en estas líneas, aunque lo ideal es que se constituya una asamblea de gente en la ciudad y ver si somos capaz de juntar tanta gente como ya han juntado en Mallorca, e intercambiar ideas con ellos sobre como ir haciendo las cosas.

>> La Romareda, vista desde el tejado de Renoir Audiorama.   Enhorabuena al Zaragoza que consiguió salvarse gracias a sus jugadores y su entrenador, estando a 12 puntos, como estaba, de la salvación.   Nosotros, en Renoir Audiorama, puede que estemos a 12 o más puntos de la salvación, pero yo creo que no es imposible conseguirla.  

Sigo con ganas de desconectar de todo esto, pero al mismo tiempo sigo con ganas de pelear.  Intento combinar ambas ganas, como en un gin tonic.  

Esperando respuesta de la empresa para el tema cooperativa.  
Con el tema legal, si los abogados me dejan, quiero irme unos días fuera de Zaragoza para desconectar y ver alguna película que no llegó a esta ciudad, pasear, leer a Baroja en el parque, ver alguna exposición, ver a personas que hace mucho que no veo, y otras cosas similares.    Si no me queda otro remedio, pues me quedaré en Zaragoza, de momento.

El sueño sería ver Renoir Audiorama de nuevo abierto, quizá con otro nombre, quizá con una mejor programación.  Si no hay butacas, pues cada uno podría llevar una silla o un butacón.  Algo se podría hacer.  

>> Las sillas de la terraza del restaurante IZAS no dejan ver bien la cristalera de Renoir Audiorama.
En el IZAS tienen bocadillos formidables con nombres pirenaicos, pero sobre todo buena gente currante.

Domingo, día de reflexión.  

En Mallorca se está intentando convertir el Renoir que acaba de cerrar en un cine gestionado por una cooperativa >>>  Enlace para leer sobre esto.

Son buenas noticias.  Toni Alarcón, uno de los cinéfilos más activos en la ciudad de Zaragoza, cree que sería una buena idea para Renoir Audiorama, en Zaragoza.  Yo también lo creo.   Todo es cuestión de hablarlo, así que intentaremos ponernos en contacto con la empresa para saber si está por la labor.  

Yo creo que con una gestión distinta, los nuevos Renoir Audiorama serían una buena opción.   Podrían funcionar perfectamente.   La gestión de los antiguos Renoir Audiorama tenía graves problemas.

Yo era cliente asiduo de Renoir Audiorama antes de trabajar allí como acomodador (además he proyectado películas, vendido palomitas, etc...).  Vi películas maravillosas en VOSE, también ciclos de cine, Cinefrancia, numerosos pases de prensa con cineastas (los primeros años) y gracias a un pase de la película "Roma" (Adolfo Aristarain, 2004) decidí escribir un libro sobre este cineasta>>>> Enlace sobre este libro.   Aristarain hizo su película "Un lugar en el mundo" en cooperativa.   Hay muchas maneras distintas de gestionar y de hacer cine.

Seguiré informando cada día, si es posible, desde esta bitácora.

>> En la foto, Miguel Ángel Valdés, conocido por nosotros como "Zatoichi", uno de los cinéfilos que más venía a Renoir Audiorama.  Recuerdo que vino a ver "Midnight in Paris" repetidas veces para disfrutar de cada detalle y conocer mejor la película.

El blog, la bitácora, continúan. El día de cierre (10), fue muy duro. Por la mañana, la reunión

con la empresa fue desagradable. Tuvimos una comida con Jaime, antiguo operador de cabina de Renoir Audiorama. Por la tarde, el cierre, mezcla de buenos ratos por la visita de clientes, ex compañeros y numerosos cinéfilos afectados. Yo andaba un tanto machacado por lo de la mañana, pero tuve el apoyo del sindicato y me rehice. Recogimos nuestras pertenencias según pasaba la tarde, nos invitaron a cenar los trabajadores de cafetería Izas (detallazo) y acudió mucha gente a los pases de 8 y 10 de la noche. Tardamos en desalojar el cine con los últimos resistentes pero al final se pudo hacer el persianazo. Llegué a casa agotado, deshecho, pero con ganas de empezar una nueva fase cuando todo lo legal de esta situación tenga su correspondiente carpetazo. Mientras tanto, tiempo de vacaciones, de seguir contando cosas en este blog y tiempo de seguir para adelante, con nuevos planes y proyectos.

Ayer viernes ya pude tomarme mi gin tonic, como soñaba, incluso un Jack Daniel´s un rato después.   No está mal.  Estoy libre.  Estoy contento.   Estoy con ganas de escribir nuevos libros, sobre algún cineasta y amigo quizá, sobre los quince años de Renoir Audiorama, quizá, sobre el cierre del cine, quizá.  Quién sabe.   

>> Las malas hierbas, con este curioso afiche, es una de las últimas películas que se proyectaron en Renoir Audiorama.  Vino mucha gente a verla el último día.   Gracias a ellos y a todos lo que estos días estuvieron solidarizándose con nosotros.

Penúltimo día.   Hay que apurar las opciones para ver cine en Renoir.  Opciones: "Las malas hierbas", una extraña pero gran película de Alain Resnais.   Y en VOSE.   Yo también destaco "The artist" si todavía alguien no la ha visto.   Muchos premios, pero sobre todo un profundo amor al cine en esta película de Michel Hazanavicius.   Para quien quiera olvidar la que está cayendo y distraerse viendo jeques macizos y amables puede ver en la sala 1 "La pesca de salmón en Yemen". La sala 1 es la del sonido digital, la que le gustaba a Milikigital, y pasará un buen rato y creerá que todavía hay esperanza en este mundo.

Ayer por la tarde nos trajeron unas frutas de Aragón, siguió viniendo a firmar bastante gente y aunque el cansancio es imposible de sacudir, la lucidez afortunadamente también.

Vinieron Los duques de Buckingham, otros famosos clientes.
Mientras, los depredadores siguen sobrevolando, a distancia, pero atentos a ver lo que sucede.  No quieren que se les escape pieza alguna.    Hay por ahí mucho buitreo en medio del desconcierto general en el que vive este país.

Sigo dando batalla intentando que se estrene la película de David Trueba en Zaragoza.   Cualquiera que haya visto la serie "Que fue de Jorge Sanz" (de lo mejor que se ha hecho en España en estos últimos años) está esperando su nuevo trabajo.  Si ya no puede ser en Renoir (cualquier día de éstos se nos llevarán las butacas) intentaremos que sea en otro cine de Zaragoza.

>> La fotografía es de los monitores con los que se vigila la proyección.   En la foto falta el de la sala 3, que a finales de 2010 falleció por los años de trabajo.  Pasaron semanas antes de que hubiera otro en su lugar.

Pornoman

Ayer lunes vino Pornoman.   Este personaje curioso no era cliente, pero entraba a veces por Renoir.  Ayer dijo que iba a venir a ver una película.   A mí me ha preguntado muchas veces si no poníamos porno, y le he dicho que no.  Hubo películas muy subidas de tono en Renoir Audiorama, como "Intimidad" o especialmente "Nine songs", sin duda la película que más se acercaba, o directamente, se internaba, en la pornografía, de todas las proyectadas en Renoir durante estos quince años.

Pornoman avisó que vendría a ver "La pesca del salmón en Yemen".  Ya veremos.
Cuando se iba, dijo:
- ¿No se ve nada de porno, no?

Hoy por la mañana atendí a Aragón Televisión desde fuera del cine (me han dicho que se verá en Aragón TV este viernes por la mañana), junto a la fachada, porque la empresa no permitió el acceso a los medios.  Una pena, porque hubieran visto las firmas, las salas, antes de que aquello cerrado a cal y canto y después desmantelado.   Estamos a dos días del cierre.
Cuando me iba, se me acercaron dos de los Cuatro fantásticos, buenos clientes que venían los viernes.  Me han dicho que no irían a Aragonia, que son unas salas muy agresivas, que no les gustaban.  No he podido convencerlos de que son unas salas estupendas para ver cine con la más reciente tecnología.  A ellos eso les daba igual.   A ellos les gustaban las películas de los Renoir.

Las malas hierbas

Lunes 7 de Mayo.  Ayer una columna de Antón Castro en el Heraldo, que leo con el café.  Luego vi "Las malas hierbas", de Alain Resnais, en la sala 2.   La película, en VOSE, es una delicia, marciana, extraña, libre, muy francesa.   Un tipo aburrido encuentra una cartera de una desconocida, decide devolverla y armarse una aventura con ello, implicando a otros quieran o no.  Maravilloso Andre Dussolier y todo el reparto.  La película recuerda aquellas películas extrañas que Renoir Audiorama proyectaba más en sus primeros tiempos y que últimamente habían quedado cada vez mas escondidas en su programación.

Antonio Roy vino desde Épila y se dejó fotografiar para la posteridad.

Más clientes, más locura y más cansancio.  Vinieron las Campos, Javi y Carmen y estuvimos comiendo una tarta deliciosa, tomando champán y charlando.   Yo me hice un pequeño rasguño en el brazo.  Luego tuvimos una celebración sólo entre compañeros.   En el último pase de "Las malas hierbas" vinieron Antón y Daniel.  Gracias.

Sólo quedan cuatro días.  Los últimos para ver "Las malas hierbas", "The artist" o "La pesca del salmón en Yemen", entre otras.   El persianazo está cada vez más cerca.  Mis vacaciones (porque eso del paro o del desempleo de momento no va conmigo) también.

Domingo y anoche el Zaragoza volvió a ganar.  Dos a uno al Racing y todavía con opción de salvarse.      Hay que dar pelea cuando hay opción de salvarse y cuando no.  Siempre hay que luchar.

Por la mañana me llamó Miguel Mena y le dije que confiaba que Zaragoza Urbana, la empresa que regenta los cines más céntricos de Zaragoza, diera un paso al frente y se haga cargo y cuide una programación alternativa, convirtiéndose en un nuevo Renoir.

La tarde ayer fue de nuevo tarde de cinéfilos que vienen a despedirse, a ver la película de Resnais o simplemente a saludar.  Alberto Jiménez, operador de los Renoir muchos años, estuvo.   Charlamos de lo que está pasando en este país, de cine, de David Lynch.   Su familia estuvo apoyando y nos trajeron un delicioso tronco de chocolate.  Gracias, Alberto, por tantos años, por aprender de ti y por seguir igual.  Seguro que tu hija será una gran lectora y cinéfila como tú.

Julio Cristellys tampoco estaba nada contento con el cierre.  Vino a ver película y luego se iba pitando a Aragonia a ver la de Guediguian.  

Lola vino a saludar.  Su hija vino hace unos días a ver la película de "La pesca del salmón en Yemen".  Ella está en un momento difícil, pero seguro que con libros, cine y su hija va a seguir adelante contra viento y marea.   Nunca hay que rendirse.  

Cada vez queda menos.  Cada vez hay más firmas.  

Estoy pensando escribir un libro sobre los Renoir Audiorama.  No sé si sobre los quince años de historia del cine, sobre el cierre, sobre los cinéfilos...  En buena parte escribí un libro sobre el cine de Adolfo Aristarain gracias a este cine.  En Renoir Audiorama vi Martín Hache, Lugares comunes y Roma.  PINCHAR AQUI:ENLACE PARA LEER SOBRE ESTO.  


El cine me ha dado muchísimo.   Me ha hecho más cinéfilo y gracias a él he conocido a barojianos como Manolo Moreno, que pasó ayer, a cinéfilos veteranos como Ramón Perdiguer o estuve en pases de prensa con Medem, Garci o Coixet, entre otros cineastas.   Gracias al cine, al Renoir, conocí a Miguel Angel Valdés o a Julián Ruiz, a Félix Romeo o a Emilio Gastón.   Los cinéfilos son una raza curiosa y extraña.   Como Carlos Gracia, viejo amigo que se pasó ayer a saludar y charlar un rato con nosotros.  Al menos uno de los brazos de Carlos, o parte de su mente, debe estar hecha de fotogramas, de títulos de crédito.  Cuando llega la noche, Carlos se introduce en las películas que ve y le apasionan.

Os seguiré contando cosas.   Ayer acabé muy cansado.  Un día más.   O un día menos.

>> La foto es el despacho de Renoir Audiorama.   Una de las paredes esta empapelada de portadas de LA GRAN ILUSION.  Ayer nos llegó el ejemplar de Mayo, otro absurdo más, cuando sólo estamos abiertos hasta el día 10.

El cine, en cierto modo, es un organismo vivo, que siente y sufre.  Nos trajeron ayer flores.  Y el cine se retuerce, vuelve a brillar por un instante, se pone contento si ve que su sala 3, con la película de Ken Loach (Route Irish), tiene público.   Al cine le gusta que le fotografíen, que lo saquen reluciente, pintón.   El cine gusta de tener sus luces dadas, vistoso, con buenas películas en sus cuatro salas, con películas de Polanski, Allen, Eastwood o Bertolucci.  Al cine le gusta también proyectar películas de directores noveles o que están buscando su camino.  Le gusta tener películas de otros aragoneses como él, como Saura o Borau.   El cine todavía esta vivo por unos días, todavía tiene el halo de luz en sus salas, todavía siente el repiqueteo de las palomitas rebotando en el ambigú, todavía tiene a sus trabajadores dentro.   Todavía no cree que todo pueda terminar.

>>La foto, un detalle de la mesa de montaje de Renoir Audiorama.  Se ve película, colas, quizá algún trailer, una pequeña neverita al fondo.

Problemas de organización para el rastrillo.  Demasiadas tensiones y la plantilla está muy cansada.   Ya quedan menos días para que todos nos tomemos un descanso.   Seguro que al final la cosa nos permite descansar tranquilos y emprender nuevas oportunidades laborales.  Hay que ser positivos.
Este viernes en Renoir Audiorama la nueva película de Alain Resnais, en VOSE, un DETALLAZO para los cinéfilos de Zaragoza.

Otro día de correos electrónicos, de recortar y pegar, de comer a deshora y acercarme a Radio Zaragoza a charlar con David Marqueta y Roberto Sánchez sobre el asedio, por usar la misma palabra que esta mañana, que estamos viviendo.   El sábado charlaré con Miguel Mena.

Asedio que incluye guerra psicológica, munición bajo mínimos y las provisiones que escasean.   Apareció mi amigo R., nos trajeron bombones, que vienen bien para recuperar energía y vino Antonio Aramayona. Nos trajo algunos de sus libros, su artículo en El Periódico de Aragón.  También apareció de nuevo Pepe Laporta, con ganas de noticias.   Ojalá fueran buenas, pero no, estamos aquí agazapados e intentando aguantar hasta el final.   Menuda aventura.

Recibí llamadas de apoyo, el Zaragoza ganó 1 a 0 al Levante y sigue sin rendirse en su descenso.   Una agonía como la nuestra aunque ellos con esperanza.  El rastrillo, al que vamos a llegar tambaleándonos, sigue en pie.

Hay momentos de desánimo.  Es difícil mantenerse en tensión todo el tiempo.   Vuelvo a casa llevándome más pingos: algún libro, jabones, ropa.  

Muy muy cansado.  Pero al menos la noche anterior pude conciliar el sueño en condiciones.  Esta manaña en la manifestación del 1 de Mayo.  Una mañana estupenda de decir bien alto que basta ya de ataques a las cosas que tenemos como tenemos para empeorarlas, como la educación, la sanidad, la cultura, y que basta ya de machacar a la gente sencilla.

La cultura es algo fundamental.  El peligro es caer en la dictadura de la ignorancia, como decía Paco Ibañez, y acabar uno covertido en un muñegote sin voz ni voto ni pensamiento.  Con el miedo no se va a ninguna parte.   Los que desaniman que se vayan a otra parte.

Por la tarde estuve en el cine, con los compañeros, durante un rato y también conociendo a la hija de un amigo que pasó a saludar.   Se hicieron muchas fotos hoy.  Cuando vaya recibiéndolas iré colgando aquí alguna.  Lei una nota de una amiga que escribe en prensa, preciosa.  

La pelea sigue.  Quedan nueve días en Renoir.  Este viernes se estrena en Renoir Audiorama "Las hierbas salvajes", en VOSE.   El fin de semana, rastrillo de posters benéfico.  Veremos como se organiza porque el tiempo apremia y los depredadores siguen sobrevolando, seguro.   Van a seguir su ataque.  Están ahí cerca.

>> la foto: Fernando Asta, el mayor cinéfilo de Zaragoza, el que más películas ha visto en Renoir Audiorama.  Un gran tipo.