miércoles, 29 de agosto de 2012

Apagar las luces

Llega el temible septiembre de la subida del IVA, que vamos a ver como resisten cines y otros espectáculos culturales (aunque parece que algunos de nuestros dirigentes dicen que el cine no es cultura).   Llega el temible septiembre en que la filmoteca de Zaragoza queda notablemente recortada.   Hoy leo que la biblioteca de Aragón no recibirá una serie de publicaciones por los recortes.

Las realidades son los 20 días por año trabajado, las realidades son la vida cada vez más encarecida cuando vas a comprar unos pimientos, unas patatas o una barra de pan.    La realidad es que un servidor va a la calle con esos 20 días pero se queda sin indemnización alguna al entender que no se lo razonan suficientemente.  La realidad es que por no pasar por el aro uno se queda sin finiquito y sin certificado de empresa.  Al final el certificado llega pero tarde y mal.   Ese es el panorama que estamos haciendo poquito a poco entre todos.

Al final el certificado llega pero el juicio queda para casi un año después.   No me extraña.

Pero no me desanimo.  Eso sí, es imposible evitar un pesimismo profundo al ver la degradación de este país, al ver como se pretende privatizar todo, banalizar todo, manipular todo y descalificar o insultar a todo el que se atreva a discutir algo.   Interesa que haya un pensamiento único.  Hay que acatarlo y seguir adelante, nos dicen.    Prefiero leer a Petros Markaris en "Las luces se apagan en Atenas".

Aquí conseguiremos quedarnos también sin luz, aborregados, atontados, manipulados, todos pensando lo mismo.

Hoy viajaba en un Regional Express de RENFE pensando en lo que puede pasar con el servicio de ferrocarriles si se privatiza.   Da miedo.  Recuerdo una película de Ken Loach, "The navigators", titulada en España "La cuadrilla".   Pudo verse en Renoir Audiorama y aborda lo que sucedió en Gran Bretaña con la privatización de los ferrocarriles públicos.   Cuantos Ken Loach necesitamos!  Cuantos Petros Markaris!  

(En Youtube puede verse la película LA CUADRILLA.  Enlace pinchando aquí>>

miércoles, 22 de agosto de 2012

Semblanzas de cinéfilos: Joaquín Aranda

Joaquín Aranda fue, entre otras muchas cosas, crítico de cine de Heraldo de Aragón, pero las veces que coincidí con él en el hall de Renoir Audiorama, mi sensación era que se trataba de un cinéfilo, un gran cinéfilo veterano que seguía apasionándose por el cine.

No encuentro firmas en la prensa local o nacional, hoy en día, con una personalidad como la de Joaquín Aranda, fumador empedernido que siempre llegaba a la sesión con anticipación, especialmente cuando andaba loco por ver la película.  

Joaquín solía pasear por la rampa que hay junto a la fachada del cine.  Echaba un cigarro, otro, otro dentro (cuando todavía había ceniceros), otro arriba, antes de entrar a la sala.   Miraba la cartelería y se interesaba por fechas de futuros estrenos.  Era habitual los viernes, día de estreno, y sabíamos que la crítica aparecería el sábado o domingo.  Cuando una película no le gustaba (generalmente el cine que sigue la corriente fácil, el cine palomitero, el cine tejido en base a patrones reconocibles, el cine tras el cual no se ve un tipo detrás) podía cargársela con la crítica, porque no era tipo de medias tintas.   Cuando le entusiasmaba, este crítico iconoclasta que conoció a Hemingway o Buñuel, que siempre andaba con un libro en la mano, que más de una vez me preguntó que leía yo (cuando me cazaba leyendo en mi silla del hall), la apoyaba con críticas entusiastas.
Venía a ver las películas que le tocaba criticar y las que no le tocaba criticar, repetía películas que le habían gustado (recuerdo su entusiasmo por "Elephant" de Gus Van Sant, o por "Invencible", de Werner Herzog).
Su crítica fue muchas veces decisiva para atraer al cegato público zaragozano, distraído a menudo por lo que se lleva, por lo que hace ruido, por lo publicitado por el imperio de Hollywood, que a veces es bueno, pero otras es gato por liebre.  

Hace poco recordaba en el Levante, con Roberto Sánchez, su decisiva crítica apoyando "Leo", de José Luis Borau. La película parecía que no llegaba a Zaragoza a pesar del premio Goya que Borau se llevó.  La película, ninguneada, fue estrenada de mala manera y Joaquín la apoyó sin contemplaciones.    Este crítico lector era un resistente contra lo políticamente correcto, contra la gente que parece sacada del mismo molde.   Le gustaba la gente distinta, los cineastas únicos, el cine español que hablaba de la gente, de nosotros, de lo que nos rodea.

Borau, Armendáriz, Bertolucci, Kim Ki Duk y otros cineastas con voz propia, independientes o que buscan narrativas que se aparten de lo corriente, eran siempre los que Aranda ayudaba, no dejándose engañar por artefactos y parafernalias publicitarias o por la crítica mayoritaria.

Me preguntaba por "Alatriste" recién anunciada en cartelería del Audiorama.   Falleció en 2006 sin poder verla.    Desde aquel septiembre, Renoir Audiorama, sin uno de sus grandes defensores, fue poco a poco progresivamente más cercado y acechado.

lunes, 20 de agosto de 2012

Los veranos de Audiorama

Veinte de agosto y un calor de esos que no te deja pensar como no estés en remojo permanente.
Llevo unos días sin escribir en el blog, con poca respuesta a mi convocatoria de PLATAFORMA (es lo único que en estos días parece frío frío), lo que es una buena excusa para darle al coco y a la nostalgia.  Pero el maldito calor no le deja a uno pensar con claridad.  

Recuerdo ver hace años en Renoir Audiorama "El verano de Sam", una estupenda película de Spike Lee.  
Las pelis de Spike Lee, con alguna excepción, no tienen respuesta del público.    El calor trastornaba a los protagonistas de la película.  

"Pleno verano", de Tran Anh Hung, era otra película de esas exóticas que se proyectaban cuando todavía algo de ese tipo de cine aterrizaba en Zaragoza.   Ahora cada vez llega menos.   ¿Alguien recordará esas películas?

Los currantes del cine no estaban tan fresquitos como en "Pleno verano".   Renoir Audiorama podía ser un buen lugar para calibrar las olas de calor.  En cuanto la chicharra apretaba, reventaba el aire acondicionado de alguna sala.   Algún habitual, que llegaba mareado, no encontraba la recuperación deseada al cruzar el centro comercial, una especie de pasaje de rayos UVA a lo bruto.  Recuerdo que con "Café de noche", reventó el aire acondicionado de la sala 2, llegando a temperaturas de sauna, porque en lugar de tirar aire frío, funcionaba en modo calefacción.  Delirante.  La película era estupenda, pero el horno de leña como para asar chuletas en la sala no lo era tanto.  

Con la película "Rencor", de temática playera y canciones de Lolita, reventó el aire acondicionado de la sala 1.  Apagábamos las luces del hall y abríamos las puertas correspondientes, pero allí hacía un calor del carajo.   Era como bajar al infierno que gestiona Billy Crystal en "Desmontando a Harry" (otra película que pudo verse en Renoir Audiorama).

La cabina de proyección era infernal.  Otra sauna.  El mítico A. a veces, haciendo la contabilidad, intentaba soportar el sofocón con un ventilador, pero se le llevaba los papeles y aquello parecía una mala broma surreal.   Pero los momentos álgidos llegaron en el palomitón, que parecía el infierno de Dante cuando reventaba el aire acondicionado del hall.   El palomitero de la última época llegó a registrar temperaturas de 50 grados allí en los últimos tiempos, especialmente en el verano del 2011, achicharrante, sofocante, desquiciante.  

En cierta ocasión tuve que cortar entradas, a las 4 de la tarde, con un bañador puesto.  Pero esa, es otra historia.

>> En la imagen, Adrien Brody y John Leguizamo, en "El verano de Sam", de Spike Lee.

lunes, 13 de agosto de 2012

Cuanto más pobre eres, más cultura necesitas


Estuve con A. y E. en la piscina y luego nos acercamos al Izas a tomar algo.  La fachada de Renoir Audiorama estaba ligeramente distinta, porque alguien ha retirado los posters de las últimas películas que había en cartel.  Así que ahora están los deteriorados cartelones sin poster alguno y la sensación es de mayor abandono y tristeza.  Un auténtico cine cerrado.

No he recibido mucho correo, de momento, con personas interesadas en formar una cooperativa, pero afortunadamente esto no son los 100 metros, sino una maratón.   Así que hasta que no pase tiempo y la gente de Zaragoza se empeñe en dar la espalda a la cultura, con una respuesta inequívoca, seguiré resistiendo, aunque la moral se resienta.

Hoy recibí un correo de los que le animan a uno.  Una persona en paro y sin prestación, que ni siquiera 
vive en Zaragoza, está dispuesta a poner su granito en la PLATAFORMA, si se constituye.  Alguien dispuesto a poner esos 100 euros al año para resucitar Renoir Audiorama.  Desde luego, como dice Petros Markaris, cuanto más pobre eres, más cultura necesitas.

El correo para formar equipo en esa PLATAFORMA es: dantewgomez@gmail.com




martes, 7 de agosto de 2012

Cuantos somos en Zaragoza?

No sé si las visitas que veo diariamente contabilizadas de este blog son una realidad o si en realidad son unos pocos que picotean habitualmente.   No sé si hay una verdadera voz de cinéfilos en Zaragoza con ganas de tener un espacio para el cine y la cultura que no sea el de un centro comercial rodeado de marcas, con el cine doblado, con Batman, Harry Potter y todo ese tipo de cine rodeándolo.

la dirección de email es:    dantewgomez@gmail.com

Puedes enviarme, el nombre, DNI y una dirección de correo electrónico.
Quiero conocer cuanta gente estaría dispuesta a la fundación de una plataforma para salvar los Renoir Audiorama refundándolos en forma de cooperativa.   En Cineciutat - Renoir Palma usaron la fórmula de anticipar 100 euros por un año de socio, con el derecho a dos entradas gratuitas por mes, además de una serie de adiciones que se verían, por el hecho de ser fundadores.

Con los correos que reciba, vería cuantos somos y la posibilidad de una serie de reuniones
de trabajo, si hay gente suficiente.   De momento no habría que anticipar nada de dinero, que quede claro.  Se trata de ver si somos diez, cien, doscientos, ...  Estos correos electrónicos que reciba son sólo para ver cuantos seríamos en primera instancia, para tener los contactos para luego poder convocar a la gente y reunirnos.  

En el centro comercial Audiorama están dispuestos a formar unas reuniones de trabajo si esa
Plataforma se constituye.   Pero las cosas son como son y para eso habría que ver cuantos somos
de arranque y cuantos dispuestos a anticipar esos 100 euros.